Soy demasiado…
demasiado para amar y odiar al mismo tiempo
demasiado impulsiva y dejada
demasiado emotiva y borde
demasiado risueña y melancólica
demasiado pesimista y soñadora
demasiado hiperactiva y tranquila
demasiado trabajadora y pasota
demasiado imaginativa y cuadriculada
demasiado dramas y apegada
demasiado amorosa y repelente
demasiado caótica y pensativa
demasiado enganchada y abstinente
demasiado estricta e insegura
demasiado solitaria y social
demasiado ansiosa y calmada
demasiado ermitaña y viajera
demasiado pulcra y sucia
demasiado acuática y terrestre
Soy demasiado…me repiten una y otra vez, como un martilleo constante en mi sesera, no importa lo que haga o diga, lo que no haga o no diga, todo me recuerda a diario que el volcán que llevo dentro no va a desaparecer, tantos años intentando domesticarlo, entenderlo y cuidarlo, pero me arrasa cual lava incontrolada de dentro a fuera.
Créeme que la terapia ayuda, ayuda a cogerme de la mano y acunarme, a decirme palabras positivas y cariñosas, a ponerme crema para las quemaduras y seguir el proceso de cicatrización, te da herramientas y salvoconductos, y lo único que tienes que hacer es usarla a tu favor.
No entiendo porque no funciona conmigo, porque por mas que intento levantar la cabeza y luchar, sigo resbalándome y cayendo en lo mas profundo del pozo, aquí estoy, en un lugar lejano, escuchando el canto de los pájaros, el sol sobre mi piel y los pies mojados por las olas, y aun así, aun así me siento mas vacía de lo que nunca he estado.