domingo, 14 de noviembre de 2010

¿Vaso medio lleno o medio vacío?


Es tan delgada la línea que los separa, blanco o negro, arriba o abajo, si o no, tanto estos como otros miles de antónimos que hay, siempre han estado y estarán enfrentándose a lo largo del tiempo a muchas situaciones que hacen elegir uno u otro.
Todo puede cambiar con esa elección, en cuestión de segundos, hay una gran diferencia entre ellos pero una fina línea en su intermedio, ser positivo o negativo, ver lo constructivo o bueno de las cosas frente a un pensamiento pesimista es una gran diferencia.
Siempre he pensado que hay que buscar esa delgada línea de separación, buscar ese equilibrio del que todo el mundo habla pero que muy pocos logran alcanzar.
En esa búsqueda me he dado cuenta de tantas cosas, algunas me han servido de mucho, han sido una enorme ayuda en muchos momentos de mi vida, otras no tanto, pero aun así he ido aprendiendo a sacarles el lado positivo, reconstructivo o como lo queráis llamar.

Al principio siempre cuesta todo más, pero poco a poco vas sabiendo quitar las ataduras que fijan cada una de las vendas que aparecen sin darte cuenta en casi todo lo malo, dejándote ver esa pequeñita luz de detrás, dándote una nueva lección para tu evolución, para tu crecimiento personal.
Para que negarlo, este no es un camino de rosas, el que algo quiere algo le cuesta y ya debemos saber desde hace mucho que nadie dijo que la vida fuese fácil, solo te la solían dibujar distorsionada. No todo es como lo dibujabas de pequeña eso lo sabemos todos, aun así hay quien se empeña en no dejar esos dibujos, realmente es más fácil crear una vida entre ellos, pinturas que ves perfectas pero que si sabes observar detenidamente las líneas están mal dibujadas y algunos colores están fuera de su sitio,
Hay que sortear las piedras del camino: al principio tropiezas, te caes, le echas la culpa a la piedra por estar ahí (¿te has parado a pensar que estas hablando con una piedra?) y te cuesta el doble de tiempo del que te retraso la caída el volver a levantarte; después la saltas, pero resbalas en el último momento al caer, aun así te pones de pie, te sacudes el polvo y sigues tu camino, entendiendo que la piedra no esta ahí por gusto si no porque debe estarlo, porque el camino nunca es rectilíneo; más tarde llegará el día que te pares a observar la piedra, veas en ella una bonita frase que tiene escondida, la rodees y que incluso llegues a darle los buenos días (no, no estas loco por hablar con una piedra, ¿es que aun no entendiste la simbología?).
Es un gran trayecto contado simuladamente y en pequeñísimos pasos, cada uno de ellos puede repetirse o no a lo largo del camino, pueden durar más o menos, incluso puede haber varios pasitos intermedios, todo dependerá de la persona (de sus ganas de vivir, de su fuerza de voluntad, de su constancia, de su predisposición al cambio), de lo que esa misma vea por el camino (no todo el mundo sabe observar lo que le rodea, hay muchos que únicamente ven lo que quieren ver, dejando a un lado todo lo demás, que en la mayoría de casos será lo realmente útil para el crecimiento personal), y además de lo que se encuentre recorriendo el camino (de saber sacarle a todo su jugo y no quedarse mirando la cáscara).
Es verdaderamente fácil escribir esto (aunque no lo es llegar a esas conclusiones) pero ahora toca plasmar todo, hacerlo real y ser capaz de creértelo, da igual que ahora no veas el resultado final, ¡da el primer paso!
Sal a la calle, habla con esa persona que llevas mucho sin ver, dile a quien tienes al lado que le quieres, que le aprecias, y recuérdaselo todas las mañanas.

P.D.: si has leído mi trayectoria en este blog, puedes darte cuenta de que yo no nací positiva y dudo mucho de que aun lo sea, pero estoy en ello, me queda aun camino por recorrer, no siempre escribiré estas entradas pero espero acostumbrarme ^^