jueves, 26 de diciembre de 2019

viernes, 29 de noviembre de 2019

jueves, 7 de noviembre de 2019



Quizá me precipito antes de visualizarlo, quizá sea pronto para hablar de ello, quizá aun no me di espacio suficiente para pensarlo, quizá no debería escribir esto sin poder dejar la mano firme, quizá puede que cambie de opinión para variar, pero es de esas cosas que no puedo callar, de esas que estaban ahí pero no te habías dado cuenta, de esas que florecen como por arte de magia y no me gustaría irme a la cama sin dejarle el rincón que se merece y sin decir que en cada etapa que paso contigo mas me doy cuenta de que en verdad te quiero.

También puede que esto solo sea ese tu y yo distraído, ese en el que nos perdimos de vista a 1 cm y que solo hacia falta darse la vuelta, ese reencuentro del que todos hablan pero nadie sabe explicar, quizá sea que a veces necesito ese centímetro y solo tu sabes tener la paciencia suficiente como para no agobiarme, pero sea como sea siempre te encuentro detrás, susurrándome o apenas acariciándome con la mirada, de nuevo queriendo empezar otra etapa de esta vida nuestra tan montaña rusa.

Hay paseos que merece la pena repetir, con un tu mas fuerte, mas despierto, mas vivo!

lunes, 28 de octubre de 2019


Joder, llevo meses intentando que no aparezca en mi esta sensación, meses intentando que algo, que no es parte de mi forma de ser ni de mi filosofía, acabe apareciendo cada dos por tres en mi cabeza, pero no logro evitarlo y a veces, a veces siento odio, no sabes cuanto, odio hasta sentir odio, estúpida sensación pasajera que me arranca de la realidad y me lleva a esos pensamientos ya bastante lejanos...
Lo odio porque me transporta a revivir momentos que ya solo son vagos recuerdos de mi cansada mente...esos paseos en coche acariciando tu pierna, los ratos en el sofá entre cosquillitas, pasear al perro andando contigo a mi espalda, ir al supermercado e ir a pasillos opuestos, cocinar charlando de trivialidades...uff
Odio que me saquen esa media sonrisa y que invadan todo mi ser, joder, porque no puede ser mas placentero pero odio que sea solo un jodido instante, después vuelvo aquí, a la cruda realidad y me odio por haber pasado de nuevo por ello y fracasar en el intento de lograr huir a tiempo.

Así que miro el mar y espero a que se me pase...

miércoles, 7 de agosto de 2019

Ssshhh



Te he visto hacerte chiquitita, tan pequeña que te costaba encontrarte a ti misma, tus miedos, tus inseguridades, todas esas pequeñas pelotitas que llevas tan dentro y que no muestras a nadie, ocultas tras un aura de frágil fortaleza y desequilibrada fachada de superhéroe, esa que todo lo puede...
Pero de repente conmigo fue como abrir un portón de par en par, te fuiste haciendo cada vez mas y mas grande, pisabas fuerte, como sabiendo quien eres y cual es tu lugar, hasta el punto de que ya no había quien pudiera, mejor dicho, quien se atreviera a pensar siquiera en entornar las puertas.

Pasé de tenerte entre los dedos a seguirte el rastro y tocarte apenas con las yemas, mírate ahora, que orgullosa me siento de haber pasado por ello, de haber sido una parte tan importante de todo tu proceso, esa persona en la que pienses algún día y recuerdes con cariño, ese que se tiene a las cosas bonitas de la vida. 
Porque al fin y al cabo, sabemos que las personas vamos pasando por las vidas de otros como los trenes que cogemos cada día, y lo mas bonito de todo es vivir las aventuras y momentos que depara cada trayecto...

No voy a mentirte, odio esa palabra, veces, a veces todavía te echo de menos, es ese echar de menos risas y confidencias, esas pausas del tiempo y ese hoy eliges tu. No es necesidad, es ese sentimiento pasajero proveniente de la elección de compartir instantes, sin ataduras ni obligación, solo disfrutando de la compañía mutua. 
Palabreando una de muchas conversaciones, me viene a la cabeza por ejemplo ese qué harías ahora si no hubiera limites? Solía empezar con mi inevitable 'uff', y es que vaya preguntita, pero definitivamente me encantaban esas búsquedas interminables en mi mente por encontrar mi respuesta sincera, al final siempre acababa divagando entre tu, yo y el mar...

Hoy, hoy es hoy, ese día en el que el universo dio tal sacudida que las ranas criaron pelo y las vacas echaron a volar, deseándote tus mejores sueños...

sábado, 27 de julio de 2019


Podría contarte como me han ido estos meses, podría decirte que la vida siguió su curso, podría no resistirme para que conocieras mis altibajos del camino, podría querer que supieras punto por punto cada cosa que me sucedió, podría mostrarte a quienes me cruce en el camino, podría si, podría...
Quisiera sacarlo todo fuera, quisiera haberme quedado con tu secreto para hacerlo y que ya no hicieras falta, quisiera seguir siendo la persona que era, quisiera haber aprendido como me parabas los pensamientos, quisiera tan solo que hubiera servido de algo tirar todas esas piedras, quisiera que ya no dolieran tanto las cicatrices, de verdad lo quisiera...
Tendría que agradecerme cada paso, cada esfuerzo, cada una de las veces que no me rindo, cada una de las lagrimas de impotencia que suelto, cada momento de rabia contenida, cada vez que me levanto tras mi caída, cada intento continuo por no desistir, tendría...
Me gustaría coger la mochila y desaparecer, lejos, tan lejos como pudieran aguantar estos pies, lo haría, lo haría si supiera que seria capaz de no llevarte conmigo, me gustaría por una vez, solo por una vez, ser yo la que elija lo que haré hoy.


Entonces, te despiertas, le das al interruptor y de un fogonazo todo cambia, ahí estas, fuerte y decidida, con esa sonrisa que lo borra todo, con tus incansables bromas idiotas, con tu profunda e inspiradora mirada, con tu manía de sostenerme la mano bien fuerte o de caminar a mi lado, con tu latir constante hacia ser mejor de lo que fuiste ayer, yendo a contracorriente aunque te agotes hasta tu ultimo suspiro, asegurándote de sentir y vivir aquí y ahora, sacando de cada uno hasta la ultima esencia verdadera, contagiando allá por donde vas las ganas infinitas de dejar tu granito de arena antes de que te toque desaparecer...
Yo te sigo ciegamente, sin pensar (joder que bien sienta hasta solo escribirlo), dando un paso tras otro, mirando todo y nada, riéndome en cada respiración, no se como cojones lo haces pero firmaría mi sentencia solo por poder seguirte, por ser aunque solo fuera la mitad de lo que tu eres, ojalá solo fuera eso, ojalá hubiera sabido siempre que nunca hubo un tu y yo, sino que solo es cuestión de si o no.



Me tapas la boca y me susurras, que no todo es blanco y negro, que la vida esta llena de matices, que existes porque yo también lo hago, que tu valor es solo porque yo lo tengo, que estar arriba o abajo es cuestión de perspectiva, que las lagrimas liberan y curan, que la risa ayuda muchísimo pero los golpes en el pecho fortifican, que las heridas de las rodillas pueden ser por caer o por haberte divertido, que el cansancio sera extremo cuando tengas el corazón repleto tras haberlo dado todo por alguien, que mis pensamientos no son jodidos por tener que pelear con ellos una y otra vez, sino por haberles puesto la etiqueta de infinitos, y que por favor deje de soltarte la puñetera mano.

sábado, 15 de junio de 2019

Oliver


Ya va acabando el día, un día que desde hace 12 años era el comienzo de tus andanzas conmigo, tu que has sido mi amigo incondicional, esa otra parte de mi que me sosegaba y que me enseño a no pensar y a disfrutar del momento. 
Te has ido rápido, demasiado rápido, no pude reaccionar, ni en tus últimos momentos en la playa que tanto te gustaba ni mientras jugaba contigo por ultima vez, no quise conformarme con 12 años, porque ni en tus últimos días podía dejar de ver pasar tu vida como un sueño fugaz, recuerdo como si fuese ayer cuando llegabas ese 2007, en mi numero favorito, quizá fue coincidencia que te tuviera que soltar también un día 7 o quizá fue tu forma de quedarte para siempre conmigo.
Dejas ese vacío, de esos que estremecen por dentro, de los que te permiten aparecerte en mis sueños, buscarte a mi lado cuando paseo, echarte tantísimo de menos en ese mundo azul que tanto amamos o durante nuestras excursiones campo a través, desmoronarme cuando tantísimas personas me hablan de ti con tanta grandeza, te conocieran de siempre o de un instante.
Pero en el fondo sabes que durante todos estos años guarde todos nuestros momentos, fuiste ese gran maestro creador de momentos imborrables, de infinita ternura, de tremendas locuras, de paciencia sin limite, ese recogedor incansable de botellas, ese pozo sin fondo de glotonería.
No terminaría nunca de agradecerte cada una de las veces que hiciste lo imposible por distraerme de mi misma, apoyando tu cabeza en mi rodilla, poniendo tus patas sobre mi, trayéndome incansable la pelota, tampoco tu indescriptible paciencia mientras aprendía contigo las técnicas veterinarias, tantas y tantas cosas que ahora parecen un mundo y contigo fueron un suspiro.

domingo, 2 de junio de 2019

Senderos



Titubeando, poco a poco, vas viendo de que pasta estas hecha, de que pie cojeas y quienes te enseñan algo más que la palma de la mano.
Reuniendo, a pedacitos, a aquellos que te acompañan en el camino, convirtiéndose en esa gran familia que eliges para compartir diversos momentos de tu vida.
Agradeciendo, con la boca llena de palabras de gratitud y el alma repleta de sinceridad, apoyo y fuerza.
Sintiendo, recorrer por todo tu cuerpo el abrazo de los que siempre están ahí y de los que en muy poco tiempo logran dar en la clave para llegar tan dentro de ti.
Soñando, de nuevo, con esos pequeños instantes que te devuelven tu magia perdida, la esencia de cada gota que forma tu ser. 
Esperando, como en cualquiera de los anteriores giros inesperados, cómo tu vida se va moldeando y tu vas cambiando a pulsos.

miércoles, 24 de abril de 2019


He de decirlo, he de decirte esto, porque sino lo hago siento que se me va estallar de un momento a otro un vaso en el cerebro, he de decírtelo porque te amo, pero a veces, solo a veces, te mandaría bien lejos!

Es bastante duro escribir esto y mas aun sabiendo que se trata de ti, pero a la vez nadie como tu lo entendería (en el caso de que aun fueras tú).

A veces he negado tus deslices, tus idas y venidas, tus medias tintas, tus ausencias, otras he rechazado tus lloros, tus lamentos, tus desesperaciones, en ocasiones me he agarrado a tus migajas, tus pedazos, tus tirones, tus ilusiones...

A veces he llegado a creerme que todo era un juego sin final, de esos que tanto te gustan, de los que enganchan tanto que se pierde la noción de uno mismo, y que era imprescindible participar porque tu eres protagonista.

En ocasiones me canso de subir y bajar tantas veces tu montaña particular, entonces me quedo a mitad, observando tus carreras sin freno y a lo loco, sigo ahí para cuando te paras y reparas en mi, pero esas veces soy incapaz de seguirte.

Puede que la montaña no sea la misma o quizá no lo sea yo, no lo se, pero a veces, solo a veces, te siento ya demasiado lejos...

jueves, 28 de febrero de 2019


Cambios, a veces solo se trata de eso, de cambiar una o mil cosas, de darle la vuelta a tu cabeza y mirarlo todo con otra perspectiva, con otro tono de color, de llevar en una mano el miedo y en la otra tus sueños, de transformarlos en adrenalina y vivencias.
 La comodidad es el enemigo de la supervivencia, la monotonía se traga poco a poco lo que en el fondo tu aspiras a ser o hacer, es fiel amiga del temor a lo desconocido, a lo imprevisto, es esa que te absorbe por dentro y te pone trabas para salir de la cama.

El vivir aquí y ahora no debe confundirse con estancarse en un mismo sitio, una misma rutina, las mismas pautas de conducta, no, el ahora es disfrutar de lo que haces, sentir el pulso de la vida a través de todo tu cuerpo, tener la insaciable sed de conocimiento y preguntar lo que quieras saber, es saber reírse de uno mismo, incluso de los desaciertos, es ver el día a día como una nueva escena que espera verte crear, pero también saber apreciar los momentos de pausa, escucharte y descansar.
La vida es muchísimo más que simplemente moverte por ahí, es observar tu alrededor, es disfrutar persiguiendo tus sueños, es conocerte cada día un poquito más, es entender lo que te gusta y lo que no, es reír y llorar también, es comprender que la única persona que vivirá por ti eres tú misma, pero a la vez enriquecerte de cada cosa que te aportan los demás.

Estamos tan acostumbrados a vivir en una sociedad tan caótica, que siempre se nos olvida que provenimos de una naturaleza infinitamente cambiante, de unos seres vivos que se adaptan a los cambios de cada día sin que apenas se les note, de una biodiversidad tan inmensa y eficiente que a veces nos abruma, tanto que algunos la rechazan o la maltratan.
Lo cual se resume fácilmente en un sentimiento, el miedo, aunque tampoco pueden negar que se les escape por los poros la envidia. Es curioso que se presupongan como raza inteligente, cuando lo único que proyectan es destrucción y muerte, cuando se dejan dominar por papeles y piedras. Aquí seguimos, mezclados entre la muchedumbre, viendo cómo vamos aniquilando una a una nuestras posibilidades de supervivencia, lo cual es lo que toma resignada la mayoría de la especie humana. 

Sutiles diferencias entre tú y yo, no esperes a vivir tu momento sino que vive dando pasitos hacia él, no te sientas frustrado por no estar haciendo ahora mismo lo que quisieras hacer sino frustra tus intenciones de tirarte en la cama a ver la vida pasar y saca tus ganas locas de volar, no te sientas atado por tener siempre el mismo horario sino que dale rienda suelta a tu imaginación para hacer algo diferente en esa tu rutina, porque a todos nos gustaría navegar pero alguien tiene que construir el barco, y tu vida debe fluir con el mismo fin.

martes, 12 de febrero de 2019

A pesar del paso del tiempo, amo la dulce coincidencia por la que vivimos diferentes momentos en la vida. 
Así tenga que dejar de oír ciertas canciones, podré renovar mi repertorio. 
Aunque sea de lejos, me encanta añorar los instantes vividos. 
Se me quedó la piel insensibilizada, pero con una extensa memoria que me acompaña cada noche.

Cada poro de mi piel desprende, despacio, muy despacio, la esencia de mil caricias, que sin saberlo fueron recopilando para algún otro momento. 
Cada linea de mis labios devuelven, lentamente, el sabor de besos robados, que sin darme cuenta fueron degustando. 
Cada músculo de mi cuerpo guarda, impacientemente, la tensión de momentos inesperados, que disfrutaron. 
Cada una de mis células auditivas se estremecen, de repente, con intrigantes susurros, que hacen estremecer de la primera a la última célula de mi cuerpo. 
Cada vistazo al infinito, en momentos de pausas, refleja esa infinita sonrisa, que espero ilumine todas las mañanas.