sábado, 17 de enero de 2015

Re-enamorarse

Algunos dicen que no es bueno, que lo que ya se conoce tanto como para haberte enamorado una vez, no debe volver a ocupar tanto espacio como lo hizo esa primera vez. Hay un paisano malagueño que siempre me hace reír y que a la vez es enorme como persona, hablo como no del gran Dani Rovira, para colmo hace poco me enteré de que también comparto con él la filosofía de vida, en la cual hablamos mucho precisamente de este aspecto.
No me cansaré de decir tantas veces como haga falta, de que quien quiere ser feliz lo es pase lo que pase, tampoco me olvidare de recordar que mi memoria sigue mantenida en su línea de no retener más allá de la vida cotidiana de cada día, reemplazando lo del día anterior casi instantáneamente, pero manteniendo las cosas verdaderamente necesarias.
Por eso tal vez no entiendo el porque consideran algunos malo el re-enamorarse, a mi me encanta, me ilusiona el poder volver hacerlo cada día, el volver a enamorarme de esos animalitos que me dan su corazón sin pedírselo, porque esos despertares del gordo justo en el momento en el que la siesta esta en su punto algido o esos masajes de mi niña de ojos azules no tienen precio, enamorarme de esa familia que aun con nuestras mil locuras no deja de ser una piña y se desviven por mi,  porque esas tardes de sobremesa haciendo el tonto no nos las quita nadie, enamorarme de esos amigos incondicionales que aun estando lejos no dejas de sentirlos a mas de unos metros o de esas otras tantas personas que te permiten formar parte de sus vidas sin pedir nada a cambio, me gusta volver a enamorarme cada vez de esos lugares que te roban el corazón y en los que cuando te vas siempre dices hasta luego, pudiendo llegar a sentir como te susurran vuelve pronto, también de esos momentos que por mas que repito no me cansan, porque sean como sean no dejan de recordarme que hasta las cosas más diminutas pueden lograr llegar a ser esos pequeños paraísos que te re-enamoran una y otra vez.