domingo, 2 de diciembre de 2012

PROFECÍA MAYA


“Cada 5125 años, un rayo sincronizador con origen en el centro de la galaxia, atraviesa al Sol produciendo cambios bruscos y afectando su comportamiento, la fecha próxima es el 21 de diciembre del 2012. Para prepararse y poder ver la llegada del nuevo mundo, la humanidad ha de prepararse para este cambio, los hombres han de conocerse a sí mismos y armonizarse con la naturaleza y la galaxia.
En la profecía se habla del tiempo del no tiempo, periodo que abarca los 20 años anteriores al 2012, durante los primeros 7 años, del 1992 al 1999, la humanidad entraría en una época de grandes aprendizajes, durante los 13 años posteriores la humanidad se enfrentaría a una época de oscuridad y donde se tiene que tomar la consciencia de unidad cósmica. Además dice que a partir del eclipse de Sol del 11 de agosto de 1999, la humanidad cambiaría radicalmente, se refiere a los últimos 13 años previos al 2012, en este tiempo los seres humanos hemos de enfrentarnos a nuestros miedos y odios, hemos de elegir el camino entre el bien y el mal, tenemos la oportunidad de cambiar el pensamiento, encontrar la paz interior y tener una consciencia cósmica unitaria.
Habla también sobre un paro en todos los sistemas (económico, político, social...) que actualmente conocemos, tendremos que cambiar nuestros pensamientos y enfrentarnos al nuestros miedos, el ser humano cambiará radicalmente. De un aumento global de la temperatura del planeta tierra, provocando grandes catástrofes sobre nuestro planeta y que dicha ola de calor se producirá con una intensidad y velocidad sin precedentes, a causa de esta los polos de la Tierra se derretirán, sumergiendo en el agua gran parte de los continentes y superficies terrestres.
Pero también profetiza el advenimiento de un cometa sobre la Tierra y que existirá un gran riesgo que colisione con nuestro planeta provocando unas catástrofes jamás vistas por el ser humano.”

Muchos y por muchos medios han hablado de esta profecía, cada uno ha dicho lo que le interesaba de ella, pero yo pongo todo lo que está escrito por los mayas, que fueron una civilización avanzada, espléndida, brillante y asombrosa para nuestros días, que reinó durante más de 17 siglos sobre la zona mesoamericana, que dominaban y conocían a la perfección las ciencias del mundo, pues eran grandes matemáticos, artistas, constructores, astrónomos, etc.
Como se puede observar, solo en una pequeña parte de ella (al final) éstos hablaban de algo que podría acabar con la existencia, el resto es mucho más optimista, mucho más dado al punto de vista que deberíamos haber absorbido y gravado en las mentes de aquellos que se dedican a verla como una catástrofe.
Porque para aquellos que empezaron toda una revolución hace ya casi dos años, para aquellos que cambiaron sus vidas y despertaron del letargo que las consumía, para aquellos que desde el primer movimiento revolucionario moderno no han parado de movilizarse, esto no significa otra cosa que la esperanza de que otros sabían que sería posible el cambio incluso antes de que naciéramos.
No veo este año de otra manera más que una oportunidad para despertar esas mentes aun dormidas, que aun se dejan arrastrar por la comodidad de que muevan sus hilos, aun cuando los que los mueven ni siquiera sepan que existen, ni les interesa lo más mínimo, aun cuando estén llevando a la miseria más absoluta al pueblo por el que según dicen luchan buscándolo lo mejor para el.
Tienes la oportunidad de cambiar las cosas, solo con el echo de que te des cuenta de que una vida así no tiene sentido, no tiene pies ni cabeza que sigas viviendo engañándote a ti mismo pues tu deberías ser lo más importante y el centro de ella, de que aceptes y dejes que el cambio en ti se produzca de dentro a fuera.

Me encanta escribir


Diría que mi mente subconscientemente deletrea un texto en cada momento que vivo, en cada sensación que experimento, en cada sentimiento que me inunda, en cada visión que me deslumbra, pero sobre todo deletrea en mi cabeza cada sueño que tengo, cada ilusión que los alumbra, cada añoranza que los atraviesa, cada una de las esperanzas que se agolpan en ellos…

Hay veces que le hago caso y transmito esas letras al papel, otras veces solo dejo que me inunden la cabeza, algunas otras sobrepasan el pequeño espacio que tienen en mi memoria y se me olvidan. Unos días pienso que lo que escribo es importante, que me ayuda mucho expresarlo y que puedo estar contribuyendo a que otras personas se nutran de ello. Otros días creo que es mejor no hacerlo, que es mejor que solo me inunden la cabeza durante un rato para luego disiparse y que así no pueda crear confusión, daño o desilusión en personas que puedan sentirse ofendidas.

Hoy quería escribir, quería hacer de este tiempo de descanso algo para mi reflexión, quería rescatar todo lo vivido este mes de estrés y sacarlo fuera, quería que mi mente me aportase una vez más cada una de las palabras oportunas y que mis dedos fuesen únicamente hilos en su marioneta. Pero cuanto más lo intento, más me alejo de conseguirlo, cuando más acerco mis dedos al teclado, más se aleja mi mente de las palabras que quiero poner.

Cuando llevaba un rato intentando comprender que es lo que ocurría, que es lo que me impedía hacerlo, llegue a la conclusión de que he dicho todo lo que quería decir, he pasado por alto todo lo que no quería retener en mi cabeza, he sonreído ante lo que me ha hecho reír, he ido olvidando lo que me hacía sentir mal, he aportado mi granito de arena en el día a día para que ahora no tenga más que disfrutar de todo lo que me aporta cada una de las personas, animales y cosas que me rodean y que es precisamente esto lo que me hace darle la vuelta, una y otra vez, a las palabras que aparecen en mi mente.