lunes, 3 de enero de 2022

Si no…



Ahora puedo decirlo, ahora que tu esencia a pasado a ser solo un vago recuerdo, muy lejano, de aquello en lo que mi mente te convirtió. Ahora que te veo tal cual eres en realidad, sin florituras, sin mis pensamientos haciendo de las suyas. Ahora es que puedo nombrarte sin sentir que se me quiebra la voz, puedo hablar de ti con cariño, sin esa obsesión que me explotaba por dentro, sin que me tiemblen las rodillas.


Pasaron días, meses y años, ya no recuerdo cuantos, deje de contar hace tanto. Desde entonces, me ha costado mucho, tantísimo, poder volver a ver fotos o videos, de esos que inmortalizan, sin que la niebla se apoderase de mi. Fíjate que ahora hasta me sale una media sonrisa, se me escapan solos esos instantes en conversaciones triviales, como anécdotas, de esas que llevan consigo moralejas transcendentales.


Suelto todo eso, todo lo que he llevado cargando tanto tiempo, demasiado, sin sentido, porque hoy tengo la convicción de que esa montaña, tan alta y tortuosa, esa que creía que me frenaba, solo estaba ahí para hacerme mas fuerte, mas valiente y mas libre.