miércoles, 7 de agosto de 2019

Ssshhh



Te he visto hacerte chiquitita, tan pequeña que te costaba encontrarte a ti misma, tus miedos, tus inseguridades, todas esas pequeñas pelotitas que llevas tan dentro y que no muestras a nadie, ocultas tras un aura de frágil fortaleza y desequilibrada fachada de superhéroe, esa que todo lo puede...
Pero de repente conmigo fue como abrir un portón de par en par, te fuiste haciendo cada vez mas y mas grande, pisabas fuerte, como sabiendo quien eres y cual es tu lugar, hasta el punto de que ya no había quien pudiera, mejor dicho, quien se atreviera a pensar siquiera en entornar las puertas.

Pasé de tenerte entre los dedos a seguirte el rastro y tocarte apenas con las yemas, mírate ahora, que orgullosa me siento de haber pasado por ello, de haber sido una parte tan importante de todo tu proceso, esa persona en la que pienses algún día y recuerdes con cariño, ese que se tiene a las cosas bonitas de la vida. 
Porque al fin y al cabo, sabemos que las personas vamos pasando por las vidas de otros como los trenes que cogemos cada día, y lo mas bonito de todo es vivir las aventuras y momentos que depara cada trayecto...

No voy a mentirte, odio esa palabra, veces, a veces todavía te echo de menos, es ese echar de menos risas y confidencias, esas pausas del tiempo y ese hoy eliges tu. No es necesidad, es ese sentimiento pasajero proveniente de la elección de compartir instantes, sin ataduras ni obligación, solo disfrutando de la compañía mutua. 
Palabreando una de muchas conversaciones, me viene a la cabeza por ejemplo ese qué harías ahora si no hubiera limites? Solía empezar con mi inevitable 'uff', y es que vaya preguntita, pero definitivamente me encantaban esas búsquedas interminables en mi mente por encontrar mi respuesta sincera, al final siempre acababa divagando entre tu, yo y el mar...

Hoy, hoy es hoy, ese día en el que el universo dio tal sacudida que las ranas criaron pelo y las vacas echaron a volar, deseándote tus mejores sueños...