lunes, 5 de noviembre de 2012

Abstracciones


Cuando me preguntas que porque digo tanto lo de olvidar que estoy en el mundo, no logras comprender mi respuesta, me refiero a olvidar que formo parte de una sociedad. Intento darte mis motivos aunque no los compartas, quizás te sirvan en algún momento de tu vida, así que deja que te explique...

Después de este tiempo que llevo viviendo (aunque creo que a sido desde siempre) he descubierto que lo que mas me llena es precisamente ese olvido, porque es cuando me libero de las ataduras que inconscientemente mi mente crea en mi cuerpo, es en esos momentos en los que la mente se relaja. Me siento en armonía con la naturaleza y todo fluye, causa mas efecto cuando estoy dentro de ella pero ya casi he conseguido hacerlo en cualquier sitio.
Me tumbo y empiezo a ver, a sentir o a experimentar cosas que me transportan.

Miro al cielo, veo esa extraña y amigable figura llamada sol, ese que me calienta a pesar de todo, entonces veo su reflejo en mi piel e imagino que me transporta en una de esas ondas electromagnéticas (llamados rayos solares visibles) hasta el mas recóndito lugar, de repente algo interviene, algo le tapa y nos separa. Me fijo y me doy cuenta de lo que pasa, veo las nubes y sonrío, da igual que sean cúmulos, estratos, nimbos o cirros, me siento como si fuera una de esas masas de gotas suspendidas que se forman, desaparecen, vuelven a formarse y no paran de moverse, entonces llego a entenderlas, llego tanto a comprender porque me tapan el sol para que descubra y valore el privilegio que tengo de estar en su presencia, como también porque a veces se condensan y dejan caer pequeñas porciones de ellas, ya sea lluvia, nieve o granizo, si tuviera que recorrer este mundo tal cual esta ahora mismo yo también intentaría volverlo un poco borroso, no les culpo por intentar juntas que con ellas se arrastre un poco de todo lo menos bueno…
Mientras sigo mirando, de repente veo un punto negro, va haciéndose mas grande hasta q logro discernir su sombra, esa que solo puede hacer algo tan majestuosa como un ave, esas que nos vigilan desde las alturas, pequeñas, medianas y grandes, todas esas que recorren distancias sin cansarse, que se dejan llevar por el viento en busca de nuevos lugares…

Miro hacia delante, veo los maravillosos árboles y me sonrojo, se que estaban ahí pero no que me rodeaban tantos, veo el paso del tiempo en ellos, ese que perdió sus hojas para aguantar el frío, ese al que le empiezan a salir de nuevo y me sorprende mostrando delicadas partes de el como son la flores, o ese que parece querer atraer toda la atención presentando sus frutos, entonces les observo en plenitud y veo el viento que les sacude, ese que me recorre por cada rincón como incitándome a que me deje llevar por entre cada uno de los entresijos por los que circula libremente…

Miro al suelo, me tiro a él, no hay nada para observar más imprevisible, al principio solo ves tallitos verdes, césped y alguna que otra cosa, pero hay que mirarlo de cerca, tan de cerca que te des cuenta de que tu sola presencia ya ha cambiado el curso de muchas cosas, ves un hongo, seta o champiñón que más da, ese organismo que crece con la humedad escondido e invisible, como si tuviera tanta timidez que le impidiese sobresalir y darse a conocer, ves esa cochinilla que al sentirte cerca se asusta y se hace una bola, o esa hormiguita que extrovertida se sube a tu mano como pidiéndote un viaje inolvidable en un ser para ella gigante…

Entonces me levanto, me miro y miro a mi alrededor, ya no hay vuelta atrás, se reactivo el mecanismo, ¿qué haces aun aquí?, ¿Por qué no has vuelto corriendo a casa y no estás aprovechando para estudiar? ^^