domingo, 14 de diciembre de 2014

Distancia

Menuda palabreja ¿no?
Es curioso, etimológicamente es solo un espacio o intervalo de lugar o de tiempo, pero solemos darle un significado mayor en cuanto entra a formar parte de nuestra vida.
Hay una tendencia general a proporcionarle poderes increíbles a esa sencilla palabra, es esa gran incomprendida y a quien suelen señalar de primeras, porque sin duda suele ser la culpable de muchas cosas: si no te abrazo es porque el sofá es grande y nos distancia, si no te llamo es porque el teléfono está a una distancia inalcanzable, si no te escribo es porque las palabras me recuerdan que estamos distanciados, si no te veo es porque una gran distancia nos separa, si no continuo apostando por conseguir lo que me propongo es porque la meta está a mucha distancia, si no cojo ese trabajo es porque me distancia del verdadero trabajo que quiero conseguir, y así un largo etc., ¿realmente no nos cansamos de poner excusas?

Dirigimos nuestras acciones todo lo posible a no ver nuestros fallos, si no a proporcionarle a nuestra cabeza un escape, una forma de evadir nuestros propios errores y culpas, todo ello en base a permanecer tranquilos y con la seguridad de que no es equivocación nuestra. Porque se tiende a ir a lo sencillo, suele ser más fácil ver “la paja en el ojo ajeno” y poder echarle la culpa a otra persona o cosa, suele quitar tensión el convencerse de que algo no depende totalmente de ti mismo.

Volvemos siempre a lo mismo, la comodidad frente al cambio, vivimos absortos en un mundo ficticio que nos guía a ciegas y con rumbo fijo en una realidad donde predomina la inestabilidad, por eso tendemos al desequilibrio, el enfado, la frustración o el pesimismo, nos aferramos a mantener a toda costa aquello que mantenga un rumbo fijo y estipulado, porque tememos todo aquello que no haya sido experimentado por otros anteriormente. Olvidamos tantas cosas y perdemos tantas otras durante el camino, que al final ya no sabemos si realmente hemos vivido o no nuestra propia vida.

Hay una frase que dice: “la distancia no significa nada cuando la persona lo significa todo”, luego hay otra que dice: “nunca nadie lo tiene todo, pues nos pasamos la vida buscando lo que más queremos, pero luego nos resulta difícil distinguirlo cuando lo tenemos delante”, entonces, ¿en qué quedamos?
Me sería difícil explicar con palabras lo que se siente cuando abres esa pequeña puertecita que tiene colgado el cartelito de “a partir de aquí todo cambia”, tampoco sabría cómo expresar en un solo párrafo todo lo que han significado para mi todos y cada uno de los cambios que voy experimentado a lo largo de mi vida, solo sé que no volvería a cerrar esa puerta, que aun sin saber lo que te puede deparar el cruzarla mereció y merece cada día la pena, es más, aunque supiera cuantas veces me voy a tropezar por haberla atravesado seguiría haciéndolo una y otra vez, porque no hay mejor sensación que la de sentirte vivo.

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