Otra vez por aquí, con pocas cosas que decir, pero aun así con ganas de escribir algo…
Digamos que llevo uno o dos meses BIEN, porque no decirlo.
Supongo que puedo darle las gracias o echarle la culpa (como os guste más) al no pensar. Si, si, como lo estáis leyendo, este tiempo atrás me he dedicado a hacer las cosas sin más, sin preguntarme nada, sencillamente he ido a los sitios que me han mandado ir o he querido ir, he hecho lo que me apetecía en cada momento, y por primera vez no le he dado vueltas a la cabeza a todo lo que hacia, ¿porqué?
Porque le he dado un descanso a la mente, le estoy dando unas vacaciones pagadas al último rincón del mundo, principalmente porque estaba un poco atascada y lo necesitaba, pero sobre todo porque yo misma me merecía el descanso.
He dejado de hacer muchas cosas que me estresaban, como por ejemplo: meterme en donde no me llaman, querer aconsejar o ayudar cuando no estoy diseñada para ello, en fin querer arreglarlo todo yo sola y no vivir mi vida sino la de los demás.
Ahora me siento ¡libre, alegre, desestresada, tranquila, despreocupada!, como si me hubiera quitado un gran peso de encima, como si hubiese vuelto a nacer.
Me siento yo misma que es lo más importante para poder ser feliz.
Digamos que llevo uno o dos meses BIEN, porque no decirlo.
Supongo que puedo darle las gracias o echarle la culpa (como os guste más) al no pensar. Si, si, como lo estáis leyendo, este tiempo atrás me he dedicado a hacer las cosas sin más, sin preguntarme nada, sencillamente he ido a los sitios que me han mandado ir o he querido ir, he hecho lo que me apetecía en cada momento, y por primera vez no le he dado vueltas a la cabeza a todo lo que hacia, ¿porqué?
Porque le he dado un descanso a la mente, le estoy dando unas vacaciones pagadas al último rincón del mundo, principalmente porque estaba un poco atascada y lo necesitaba, pero sobre todo porque yo misma me merecía el descanso.
He dejado de hacer muchas cosas que me estresaban, como por ejemplo: meterme en donde no me llaman, querer aconsejar o ayudar cuando no estoy diseñada para ello, en fin querer arreglarlo todo yo sola y no vivir mi vida sino la de los demás.
Ahora me siento ¡libre, alegre, desestresada, tranquila, despreocupada!, como si me hubiera quitado un gran peso de encima, como si hubiese vuelto a nacer.
Me siento yo misma que es lo más importante para poder ser feliz.
Gracias
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