jueves, 19 de marzo de 2009


Desde el comienzo de nuestra razón sabemos que hay muchos tipos de personas, según muchos factores se podrían diferenciar en “buenas y malas”, aunque evidentemente hay muchos otros.
Hoy me centraré en unas: las personas que tienen más cara que espalda (por llamarles de alguna manera que podamos entendernos).
¿Cómo definirlas de una forma “correcta” sin llegar a ser despectiva? No creo que merezca la pena ni intentarlo, porque ni siquiera esas personas sentirían el interés de ser consecuentes con sus actos.
Se supone que te educan para que algún día llegues a ser buena persona, para poder valorar las cosas como son, para que tengas personalidad y no te dejes pisotear, en fin para tantas cosas que puede que después se acaben quedando en solo un proyecto…
Pero hoy quería hablar de ese tipo de personas que no apechugan con sus decisiones, que no se hacen cargo de sus obligaciones, que por supuesto esperan siempre todo y más de los demás sin dar nada a cambio, y que en la mínima oportunidad que tienen dejan que los demás tengan que hacerse cargo de su falta de responsabilidad.
No sé si algún día llegaré a comprender esa actitud, no creo que se pueda justificar ni tampoco veo respuesta a esa forma de actuar. Espero, deseo y creo que en este mundo de locos todavía exista algo por lo que luchar, personas que merezca la pena conocer (y que las otras se vayan haciendo cada vez más minoría), y que no se extinga la esperanza…

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