domingo, 24 de enero de 2016

Me desperté sin quererlo, mas que ningún otro día, porque estaba soñando contigo y eso es lo último que les queda a mente y corazón de tu recuerdo, porque juntos hacen que casi pueda tocarte aunque ya no estés, porque casi lo sentí en los dedos aunque ya no pueda y lo visualice en el cristalino aunque se haya esfumado de mi vista.

Hay cosas que solo pasan una vez en la vida, trenes que solo se paran en una ocasión y que no volverás a ver pasar, hay muchos tipos de personas que se cruzarán por tu vida, pero solo uno que será capaz de cambiarla y tocar ese interruptor oculto de tu alma, que lo pondrá todo patas arriba, que te dejará una y otra vez sin ese asiento cómodo en el que la monotonía te obliga a sentarte, solo esa persona te arrasará de arriba abajo con una sola mirada, una sola caricia o con una sola vez que escuches su risa, esa persona transformará todo lo que hayas vivido en apenas un suspiro comparándolo con los instantes que te hará vivir, te trastocará tanto y tan profundamente que te harían falta más vidas para saber hasta qué punto puede llegar, esa persona te hará vibrar como ninguna vez lo hiciste y una vez que lo haga ya no habrá nada comparable, será como un tornado que te dejará en pelotas frente a la vida y que así puedas ir vistiéndote a medida que acumules momentos, sacará de ti cosas que ni siquiera sabias que existían y llegará un momento en el que descubras que todo eso te acompañará toda la vida.

Días en los que echo la vista atrás y pienso en todo aquello que he vivido, porque echo de menos a alguien especial en mi vida, pero cuido como pequeños tesoros todos esos momentos contigo y sé que no cambiaría nada, ninguno de ellos tiene precio, cada uno supuso para mí un antes y un después, un nada y todo a la vez, en alguno de esos instantes rompiste ese muro que me rodeaba y pasaste a ser tu quien me rodeó, creo que eso solo se vive una vez en la vida y por mucho que cueste admitirlo es algo que arrasa con todo lo demás, porque sin ese muro ya solo hay escalofríos, esos que vienen y van en cuanto me despisto un segundo y empiezo a pensar en ti, porque a día a de hoy no puedo evitar sentir la necesidad de que me abraces a cada instante, de poder alargar la mano y saber que estas ahí.

No hay comentarios: