Alma

Está en su cuarto, sentada en su silla, delante de un escritorio lleno con una montaña de papales que parece que no están dispuestos a ordenarse
Está apoyada en la mesa, con la mirada perdida más allá de su ventana, parece que se ha vuelto a ir...
Miles de mariquitas rebolotean libres en el exterior, buscando a una pareja para reproducirse, el sol brilla ya bajo, que cruel contraste...
Ella se pregunta si algún día terminará todo esto, si acabará, si volverá a ver la luz, si podrá volar libre, levantarse de esa silla para caminar, andar, avanzar...
Sueña con ser una de esas mariquitas, sin ataduras, sin paredes que la retengan, sin preocupaciones, sin pensar...
Algo la retiene, le impide avanzar, le impide salir, le impide ser, le impide estar ahora aqui...
Ella intenta explicarmelo, intenta que yo sepa lo que le pasa por la cabeza, pero no encuentra las palabras, no logra que de su boca salga nada más que un suspiro, es algo mucho más fuerte que ella, algo que no logro comprender, que no llego a imaginar, algo mucho más fuerte de lo que yo me imaginaba...
Yo sólo puedo abrirle la ventana, hacer que sienta la dulce brisa de la tarde, sonreirle e intentar hacerla sonreir, hablarle de todo lo que la rodea, intentar que mediante mis palabras pueda imaginarse o conocer un mundo al que no le permiten asomarse, entrar, intento que vuelva a mi lado...
Ella se pregunta porqué es todo tan difícil, porqué se complica tanto la vida...
Cuando era pequeña, cuando le explicaron todo, no era así, no le dijeron el tipo de vida que llegaría a conocer, no le dijeron que podría llegar a ser así...
Yo le vuelvo a hablar, pero no me escucha, está ausente, estoy ablando con alguien a quien va a ser muy difícil volver a levantar de esa silla, pero yo no pierdo la esperanza, lo sigo intentando, porque hace mucho tiempo que la conozco y sé que antes no era así, se que puede que tarde más de lo esperado, pero yo siempre estaré a su lado, aunque puede que me digan que llegará un día en el que no podremos continuar juntas, en el que alguna gane la partida en el juego de la vida, pero no la dejaré sola, no permitiré que me eche de su vida, lucharé por ella, porque juntas nacimos y no habrá nadie que nos separe