En un mundo dominado por una raza despiadada e individualista,
donde lo normal es ser dominado por la codicia y el consumo, no pensar en las
consecuencias de nuestros actos, buscar la supervivencia individual aun
teniendo un sistema de sociedad, tener presente el futuro individual sin
importar que no pueda existir sin el futuro global del planeta.
En un planeta abarrotado de personas que se dejan dominar por el
dinero, de representantes que arruinan países, de pueblos que ven impasibles
como les aprietan los bolsillos mientras otros no paran de llenárselos, con una
perdida casi total de a que llamar o no justicia.
En una sociedad donde domina el ansia de llegar siempre al límite,
de que perder el sentido es disfrutar, de dejar todo para mañana, de no pensar
más allá, donde se permite derrochar en cosas innecesarias pero no gastar ni un
duro en cosas imprescindibles.
Con personas manipuladas al antojo de unos pocos, manejadas con
hilos cual marionetas, despojadas de toda espontaneidad e imprevisibilidad, anuladas
de tal forma que no quieren desatarse, con voces monótonas que no se salen de
lo escrito, con miradas vacías que no transmiten.
Últimamente intento mantener la cabeza sobre mis hombros, pero no
me resulta fácil, en cuanto me pongo a pensar se va elevando más y más, mis
ojos dejan que miles de imágenes se le aparezcan como destellos sin parar, mis
oídos profundizan en esos sonidos lejanos que apenas se logran escuchar y mi
boca no logra articular palabra para describir todo lo que esto me hace sentir…
¿Como guardar la compostura sin sucumbir a la locura?
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