Paz, silencio
roto por el sonido de los gorriones y urracas de enfrente, por el revoloteo de
las abejas sobre mi cabeza, por la suave brisa que con delicadeza mueve las
hojas, respiración honda, mirada al sol, saber que no te hace falta nada más.
Una
abeja revolotea buscando un sitio donde parar, unas urracas hurgan en el césped
algo que atrapar, compartiendo su espacio con los demás sin preguntar, en el
cielo nubes que no saben cuando pararán, en la tierra alguien que escribe,
subida en un columpio que en cada balanceo le hace preguntar: ¿porqué pedir más?
"Ahora
mismo quisiera que estuvieras aquí, que no te pudiese el miedo a experimentar,
a salir de la burbuja de cristal, pues para abrir tus alas tienes
necesariamente que hacerla estallar, que sintieses la verdadera libertad, que eligieses
por ti mismo donde quieres estar y que la duda solo sirviese para unirnos más,
sé que puedes abrir los ojos de verdad, sé que lo vas a lograr y no te quepa
duda de que te sabré esperar."
El
tiempo empieza a cambiar, el sol empieza a despedirse, el aire va refrescando
el ambiente, las palomas se acomodan en el césped, las urracas suben a los árboles,
las abejas dejan de revolotear en tu cabeza, tus pies dejan de empujar el
columpio, tu mano ya no quiere escribir más, por un momento sientes que todo se
para, deseas poder quedarte un ratito más, sólo un poquito más.
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