jueves, 8 de noviembre de 2018

A mi


Te miro y siento que eres lo mejor que me ha pasado en la vida.
Amo todas tus manías, hasta las que incluso tu odias. Cosas como abrazarte cada mañana como si no lo hubieras hecho antes o si no lo fueras hacer mas, despertarte y mirar al infinito durante los minutos que tardan tus neuronas en desperezarse, desayunar con la parsimonia de un perezoso, mover la cabeza a los lados después de estornudar, tus mil y una sonrisas por cualquier cosa (por coger esa taza que lleva un mensaje original o alentador, por escuchar el sonido de los pájaros, por ver a ese perro pasear, por el olor que te trae la brisa, por ese diminuto bichito que se abre paso en su mundo de gigantes, por querer sacar esa sonrisa en las personas que te cruzas, por ver las olas en la orilla, cuando el sol te da la bienvenida al nuevo día o se despide al acabar...), esos abrazos eternos sin mas, el interés que le prestas a todo y todos sea de tu agrado o no, la pasión que pones cuando algo te encanta, la capacidad que tienes de abstraerte del mundo mientras cocinas o tu cara de placer cuando te lo comes, los detalles irrepetibles que solo tu eres capaz de sacarte de la manga, cuando estas con alguien y le haces sentir que no importa nada mas, el corazón que forman tus labios, la falta de docilidad de tu melena, agarrarte de la camiseta al acostarte por si a tu subconsciente le da por soltarte.
Pero también amo tu otra parte, eso que siempre quieres borrar de tu día a día, de tu trayectoria, de tu mente, de tu vida, esas que quieres esconder. Cosas como esa falta de tacto al vivir injusticias, los momentos de querer desaparecer, tus ratos de necesaria soledad, el ensimismamiento mientras lees un libro o cuando escribes, las verdades sin filtros que sueltas por esa boquita, cuando todo tu exterior dice huye de mi pero tu mirada pide a gritos ayuda, guardar esas cosas que te recuerdan momentos únicos que tu memoria no logra retener suficientemente, priorizar lo que puedes o no permitirte.
Te amo porque te demuestras cada día que coraje y miedo pueden ir de la misma mano, que no pasa nada por ser unos días esa persona risueña que contagia a todos el disfrutar de la vida y otros días aquella que mantiene el tipo con su pesimismo, porque simplemente eres una persona real que hace tiempo entendió que la cuestión no es estar siempre al pie del cañón, si no saber tumbarse sin llegar a enterrarse completamente, y quien no lo entienda aun tiene una puerta que pide abrirse.
Estoy aquí, estamos aquí, y no me veras irme pase lo que pase y hagas lo que hagas, no habrá mas kilómetros que puedan separarnos, ni maletas capaces de empaquetarnos, no será posible dejar de estar aquí ni ahora ni nunca, por mas trabas que tu mente pueda crear. Así que sal, vete o quédate, porque no hay diferencia, solo haz lo que creas que necesitas hacer y deja que tu cuerpo disfrute de lo que tu mente tiene preparado para ti.


No hay comentarios: