Un día como hoy, en el que mi cuerpo esta derrotado del cansancio y mi mente lucha por recibir respuestas, te escribo de nuevo.
Lo hago ahora porque quise que se ordenasen las ideas en mi cabeza, atrás quedaron los tiempos en los que escribía cosas sin sentido (aunque no os librareis del todo), espero que con algo de éxito...
Estas sentada en el sofá de casa terminando de ver la típica película de un sábado por la tarde, después de haber estado una hora y media nadando por la mañana, tu cuerpo cansado busca la mejor posición de descanso, pero tu mente ansía libertad, movimiento, acción, busca una y otra vez en tu cabeza algún indicio de novedad, y lo encuentra, ¿si?
En un rinconcito detecta un incremento del estado perfecto para ella: la crítica, si señor o señora, hoy a sido uno de esos días en los que mi mente se levantó crítica (por una vez no autocrítica, si no en relación al mundo en el que vivimos), por ello termine de ver la película y me despedí del sofá durante un rato, salí a hacer un par de recados (la mayoría de los cuales no pude hacer porque estaban las tiendas cerradas, ¿quién lo diría?, un sábado por la tarde todo cerrado…) pero acabe comprando únicamente unas pastillas para encender la chimenea, de regreso a casa me picó el gusanillo de ir a la playa y no me lo pensé, me senté allí viendo como atardecía y escuchando el relajante sonido del mar, en ese momento, en ese preciso instante empezó todo…
Miras al cielo una vez ha atardecido y te das cuenta de que hay una capa extraña justo encima de los edificios de la ciudad, criticas el efecto de una contaminación que nosotros mismos producimos, y es entonces cuando te acuerdas de cierta charlita que te dio un profesor hace apenas un par de días. Todos sabemos la vida que llevamos pero no todos nos damos cuenta del mundo en el que vivimos, ¿acaso no ves que nos pasamos más de media vida quejándonos?, escuchas y prestas atención a esa clase, sabiendo que no cambiará nada que escuches algo de lo que ya eres consciente, pues el resto lo olvidará nada más salga por la primera puerta que tienen a mano, ¿no interesa conocer el mundo porque se vive mejor de la otra forma?, la vida es fácil mientras le echamos al culpa a los demás, mientras te quejas por lo que no tienes sin agradecer lo que si mantienes diariamente. Es entonces cuando ves una y otra vez las desgracias “naturales” que están ocurriendo en el mundo: inundaciones, sequías, terremotos, etc. Nos engañamos pensando que no tenemos la culpa, que alguien lo solucionará por nosotros o que no viviremos para verlo, desde luego que no si seguimos en ese plan, hay que construir entre todos un futuro, ya sea mejor o igual, pero algo que sepamos que va a durar más de x años.
Y aquí entra otra cuestión (si, una clase dio para esto y mucho más xD), ¿quién dirigirá ese futuro?, está difícil encontrar entre la raza humana alguien capaz de no sucumbir a los deseos o tentaciones básicas, pero quien sabe lo mismo existe y aun no se a dejado ver. Lo que si tengo algo claro es que los políticos de hoy en día no merecen dirigir un país, su mente no vale más que el de la gata que tengo encima por ejemplo, se mueven por instintos, ya sea de supervivencia, poder o dinero, ¿Dónde queda la lealtad al pueblo, a la nación y en definitiva a los ciudadanos?, que poco está dejando de valer la palabra de alguno de ellos, ¿hay quien se cree aun lo que dicen?, o acaso ¿no ven lo que intentan conseguir?, tantas leyes nuevas (Sinde, pensiones, tabaco, bajas para padres con niños enfermos, etc.) algunas mas constructivas que otras pero de las que me ahorraré la opinión para no aburrir al personal y porque no habría fin para esta entrada, pero con el mismo fin: que dejemos de hablar de lo que realmente importa, como superar esta crisis.
P.D.: lo siento si tuviera todas las respuestas no estaría aquí ^^
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