domingo, 12 de febrero de 2012

De vuelta


Tenia varias cosas escritas, pero he decidido dejarlas sobre el papel, pues no creo que ahora tuviesen sentido ya y con que estén fuera me puedo conformar. Eran cosas que me hacían volver a las quejas y reproches de antaño,así que no era un buen camino por el que seguir.
Siento los problemas causados por el cruce de cables del microchip y por intentar solucionar cosas así, pues de ello no salió otra cosa más que perjuicios por todos lados, consecuencia de no ser tan manitas como se esperaba.

Me di cuenta, una vez más, que ocupo gran parte de mi cabeza con el estudio (que no es algo malo), y he dejado de hacer cosas importantes por ello, sobre todo para mi y para quien me rodea. Cosas como meditar o profundizar en los temas, que el no hacerlo me evita crecer interiormente, o permitir mi confianza a quien me la da, entre otras cosas. Sé que no puedo evitar cometer errores, incluso a veces los mismos, sino que debo aprender que son parte del camino, ya incluso diría que imprescindibles.

Es entonces cuando me pregunto si de verdad elegimos nuestro propio camino, si elegimos como ser, o solo somos un reflejo de lo que vivimos, de las experiencias por las que pasamos, incluso de la huella que cada persona deja en nosotros. Mientras crecemos nos enseñan muchas cosas y nuestro ser insaciable de sabiduría no deja de preguntar, pero ahora, cuando empiezas a intentar crear algo propio, cuando después de haber vivido tras la sombra se abre ante ti un mundo de oportunidades, cuando sigues aprendiendo y forjando poco a poco tus ideas, es en este momento en el que debes preguntarte sobre lo que había detrás de esa venda de protección inicial, debes afrontar lo que antes no sabías, una vez así decidir si quieres seguir tu vida ilusa y falsamente mirando hacia otro lado o dar un pequeño paso hacia la verdad.

Ya sabéis que no me gusta hablar de las personas, pero haré una excepción porque estas si lo merecen, porque si aceptas que hay millones de personas que luchan día a día por lo que a nosotros nos regalan, no deberías prestar tanta atención a si tu casa es chica o grande, si tu colchón es grande o pequeño, si tu armario dejó de estar de moda, si te faltan o no cosas en ella, tienes una casa y hay quien desearía tener esas cuatro paredes (más de 500 personas han muerto por la ola de frío que azota estos meses en Europa).

Hay quien dice que mas vale que sobre a que falte, pero si aceptas que hay millones de personas muriendo de hambre, quizá deberías aprovechar toda la comida que guardas en la nevera y no preocuparte que repitas, que hoy no te apetezca, etc.

Si aceptas que todos los seres vivos que pertenecemos a este planeta debemos convivir, entonces abre los ojos ante todo lo que se hace con ellos, tanto con los animales como incluso con parte de nuestra raza. No es creíble que sientas tristeza o lástima por aquellos animales que consideras mascotas y en cambio te alimentes diariamente de cadáveres de otros animales, como tampoco es creíble que sigas con la venda en los ojos y no veas el maltrato o y esclavitud de tantos y tantos seres humanos en el mundo.

Hay tanto por descubrir, tanto oculto tras el velo de la hipocresía, que cuando empiezas a levantar un poco la vista más allá de lo que normalmente veías puedes llegar a espantarte, pero además de todo eso hay mucho más, un sinfín de posibilidades a las que agarrarte, unas cualidades innatas en el ser humano y que con los años dejamos de utilizar, el verdadero sentido de la palabra humanidad.

No hay comentarios: