domingo, 22 de enero de 2012

Craso error


Definitivamente he dejado que el miedo me venza, he dejado que la soledad se apodere de lo poco que quedaba de mi corazón, casi sin darme cuenta me he convertido en una más en sus juegos, ambos me tendieron la mano en su día y ahora no puedo o no quiero soltarme.
No pretendí ser nada a su lado, no esperé que ninguno me dijese nada, simplemente me dejé llevar por sus inhumanos consejos, dejé que me inundaran hasta que no cupiese nada más, cometí el error de dejarles a su antojo y ahora solo soy uno más de sus productos.

Cada día recuerdo que con esto me alejo un poco más de las relaciones humanas y me sumerjo en un estado irreal. Supongo que al apenas tener ya confianza por el ser humano quise creer que nadie la tendría conmigo, me llenaron la cabeza de pensamientos creyendo que el resto también sería insensible hacia mi. Pero me di cuenta del error, me di cuenta de que aunque yo sea un producto del miedo y la soledad, los demás van a seguir viéndome como una más.

Debo suponer que mi familia sigue necesitando a mi ser real, que mis amigos quieren conocer quien soy, que cuando me pongo ha hablar es un sinónimo de querer contarlo todo, en definitiva, debo suponer que una vez deje que empiecen a conocerme no puedo evitar las preguntas y que el no contestar siempre provocará un daño, da igual que crea que es lo correcto porque una vez más dañas para evitar hipotéticamente ser dañada, que absurdez.
Es entonces cuando debo elegir, dar un paso hacia atrás o hacia delante, pase lo que pase, si lo doy hacia delante será porque elijo ser una más (siempre a mi manera claro) y si lo doy hacia atrás será porque vuelvo a dejar que el miedo y la soledad me manejen.

Una persona que ansía su libertad no puede dejarse manejar por estos dos papeles, no debería hacer lo que ya conoce sino adentrarse en el desconocimiento, no debería dejar pasar los días sino coger las riendas de su día a día, no debería evitar el dolor puesto que es parte imprescindible de la felicidad. Entonces sería una persona insensible, cobarde, egoísta, presa de mis miedos y completamente sola, ¿es eso lo que quiero?
Me sé la teoría, conozco el resultado de mis actos, apechugo con toda mi culpa y acepto mi derrota, no espero mi perdón (no me lo merezco), tampoco que me crean, acepten o animen, dejé de esperar que mi vida se solucionara y aprendí que fui unica y exclusivamente yo la que año tras año quise evitar el dejarme ayudar.

Resulta tan fácil decirlo…

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