¿Qué es
el coraje?
Es lo
que hace levantarse cada día a alguien que lo ha perdido todo, el sentimiento
que inunda por dentro a aquellos que luchan cada día por llevarse algo que
comer a la boca, el pensamiento que mantiene cuerdos a quienes intentan hacer
realidad sus sueños, la sensación que acompaña a los que mantienen la vista al
frente aun cuando todo a su alrededor no les acompaña, es lo que sostiene de
pie a aquellos que ven sus alas cortadas, la palabra que infunde valor a
quienes se enfrentan a sus miedos, el signo de aquellos que no solo creen poder
hacer algo sino que lo hacen, es el primer y ultimo soplo de cada día para
quien lucha por quienes no pueden hacerlo, la mirada de aquellos que aceptan su
destino con valentía, la simplicidad de quienes sacan la felicidad de cada
pequeña cosa que tienen, es una madre que lucha cada día por sus hijos, el
enfermo que se aferra cada segundo a su vida, la abeja que recolecta incansable
su miel, los animales que recorren miles de kilómetros para alimentarse, esos pingüinos
emperadores que soportan las peores condiciones climáticas para reproducirse, esa
hormiga que trabaja ininterrumpidamente las 24 horas de los 365 días del año…
Es, por
tanto, tantas cosas a la vez, que hoy me pregunto ¿donde quedó?
Porque
llevo sin descanso desde pequeña queriendo dedicarme a los animales, porque
después de haber pasado un año de pena cuando acabé bachiller saqué coraje y me
volví a presentar a selectividad, porque aun no siendo suficiente la nota que
obtuve mi madre me infundó coraje y hice un modulo de dos años para volver a
intentarlo, porque gracias al coraje aguante estudiar algo que odiaba, porque
después de cuatro largos años de espera me mantuvo firme hasta que conseguí entrar
en la facultad, porque me hizo no dudar de tener que venir a la otra punta del
país…
Porque,
entonces, si me ayudó tanto, hoy no hago más que preguntarme ¿dónde está?
Cada
día me levanto y no hago otra cosa más que pasarme casi 15 horas estudiando,
intentando que mi mala memoria no me juegue malas pasadas, haciendo
malabarismos para recordar que tengo que comer cada día, obligándome cada noche
a tumbarme en la cama aunque no pueda dormir, pero aun así un día como hoy siento
que aquello que me acompañó estos años atrás a desaparecido…
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