sábado, 23 de febrero de 2013

Ser o no ser


Supongo que es el dilema que me acompaña desde que empecé la carrera de veterinaria (aunque quizá durante toda la vida), tantos años queriendo llegar y ahora…

Hay veces que me pregunto si es lo que realmente estaba buscando y esperaba desde pequeña, estando aquí metida de lleno en un mundo totalmente nuevo, descubres todo lo que se acumulaba detrás de esas nubes que rodeaban tus sueños y que a día de hoy te das cuenta de que tapaban mucho más de lo que realmente veías, es como cuando levantas la alfombra y te das cuenta de que hay mucho polvo acumulado debajo.

Cuando llegué, era una persona leal y fiel a mis ideales, positiva en la toma de decisiones, amante de mi seguridad y orgullosa de la libertad que ello me proporcionaba, pero ¿qué soy ahora? Esa persona que pasa por alto una y otra vez aquello que no le gusta, que soporta a duras penas, que presencia en la distancia, que elige sin pensar, que decide de forma rápida, estas y tantas otras cosas, esa persona que una vez más vuelve a dar pasos atrás separando cabeza y corazón, colocando una barrera que evite aflorar sentimientos, viendo combatir día a día lo que hace y lo que realmente quiere hacer.

Otras veces me pregunto que es lo que realmente estoy dispuesta a hacer, a llegar o a conseguir, que es lo que espero de mí misma cada día que me levanto, que es lo que consigo con cada una de las pruebas internas a las que me veo sometida, que es lo que espero obtener de cada una de las decisiones que pasan a la velocidad de la luz, que quiero hacer con el tiempo del que no dispongo para replantear las cosas, que puedo hacer para seguir queriéndome aunque haga cosas con que me contradicen.

No quiero acostumbrarme, no quiero ser una de esas personas que acepta aquello que ve diariamente como normal sin que se le remueva algo por dentro, aunque sea mínimamente, no quiero llegar a casa y no pensar en aquello que he hecho fuera de donde llega mi alma o esencia, no quiero que me deje de afectar, ni dejar de sentir como se me escapa esa lágrima de impotencia, no quiero fallarme a mí misma, no quiero dejar de ser yo, pero no sé como evitarlo…

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