sábado, 14 de abril de 2012

Buenas noches


Ahora que se apaga el día, ahora que la noche se cierne sobre mi, ahora que mis ojos apenas logran dilucidar nada alrededor, ahora es cuando tengo la misma sensación que quiero sentir siempre.
Por la ventana apenas entra una tímida luz del reflejo de la luna y de los puntitos apenas perceptibles de las estrellas, esa luna que me mira cada noche a los ojos y me da tanta paz, esas estrellas que me guiñan noche tras noche como si supiesen que lo saben todo de mí.
Ambas saben que me voy a la cama y conocen lo que sueño, me dan envidia porque yo no consigo ya acordarme de lo que pasa por mi cabeza cuando me duermo.
Sé que se divierten a mi costa, que disfrutan con lo que les cuento en sueños, me transmiten cada noche que aguardan para que yo descanse.
Entonces amanece, aparece el espléndido sol y parece reír también, a saber que le contaran la luna y las estrellas para que amanezca tan radiante, me saluda con fuertes y continuos rayos de luz, me asegura cada mañana que el seguirá cuidando de mi, me carga de nuevo de energía para que la utilice como me enseñó.

Gracias por darme la serenidad que necesito, por canalizar mi energía, por guardar mis sueños y por no pedir nada a cambio.

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