Déjame ahí tirada,
como trasto viejo, como animal abandonado, no hace falta que me digas nada, ni que hagas nada por mi, solo deja que la vela se consuma mientras la miro, deja que el sol salga y se esconda a su antojo, deja que caigan las gotas sobre mi, deja que el frío me congele y lo mas importante de todo, jamás olvides que soy invisible para el mundo real.
Recuérdalo,
recuerda que soy tan fugaz como las estrellas, que mi mirada esta tan perdida como los rayos, que mi mente naufraga en cada esquina y que mis pies rara vez pisan firmes.
Olvídalo,
olvida todo lo que dice mi boca, todas las palabras que lees de mi, todo lo que salga de mi no tendrá sentido fuera, no intentes comprenderlo, simplemente olvídalo.
Abandónalo,
abandona toda idea descabellada, todo sentimiento irracional, todo sueño irreal que te haya llevado o conducido aquí.
No es tan difícil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario