miércoles, 28 de diciembre de 2011

Marea


De nuevo aquí me ves, cogiendo lápiz y papel, una noche más en vela por lo que quiero pero no puedo creer, a la vera de la tenue luz de esa lamparita que tantas y tantas veces me ha visto dormir, soñar, desvelarme o incluso llorar.

Esta vez me nota cambiada, mi cuerpo ya no es el mismo y mis ojos hace tiempo que se secaron, pero sigue viendo en mi esa cabeza intranquila o esa mente en ebullición. Y es que sabe que a lo largo de estos años he aprendido mucho, unas cosas me gustaron más que otras, pero aun así no dejé de aprenderlas porque pienso que es algo importante en la vida.

Tengo la certeza de que aun me queda mucho por aprender, pero ahora tengo la capacidad necesaria para ir desaprendiendo todo aquello que no me agrada. Conozco tu versión y sé como vives, pero ahora yo tomaré mi propia decisión, elegiré mi propia versión y viviré como quiera hacerlo. Porque una vez aprendida tú visión y tus consecuencias, no puedo, ni quiero, ni acepto esa forma de vivir, ya no podría dormir ni vivir tranquila con sus muertes sobre mis hombros, con sus jugos circulando por mí ser, con su sufrimiento pasando por mis ojos.

Aun sabiéndolo, aun estando en proceso de desaprender, cada vez que vuelvo a llevarme algo de tipo animal a la boca, siento que les fallo, tanto a ellos como también a mi misma, me produce pesadillas y no puedo dormir bien. Si no logras entenderlo, si pretendes ridiculizarlo, si intentas no dejarme desaprender, entonces cada día harás más por alejarte de mí…
“porque el día en el que tenga que morir, me tumbaré en la arena y dejaré que el agua me lleve lejos, cuando suba la marea”

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